Amsterdam 2019

1 de mayo de 2019 – Edam – Volendam – Market

Son las 6:30 de la mañana cuando salgo del aeropuerto de Girona con destino Eindhoven, el vuelo es con Ryanair. Precio 35 euros sólo ida.

La vuelta la hago con Transavia desde el Aeropuerto Internacional de Ámsterdam-Schiphola al de Girona por 34 €. 

A las 8:30 de la mañana, ya estoy en la terminal de salida de Eindhoven comprando un billete de autobús con la compañía Terravisión por 24 € que me lleve a Amsterdam. Si cogéis ida y vuelta el precio será de 38,50 €. Aquí tenéis su web por si queréis comprarlo anticipadamente o ver horarios.

El trayecto dura aproximádamenten una hora y media.

Como Susana y Upe, llegan por la noche yo aprovecharé el día para ver algunos pueblos cerca de Amsterdam. Mi recorrido será Edam, Volendam y Marken.

Ya he comprado desde casa el billete de autobús por 9 euros, la web es esta, un euro más barato que el precio en la taquilla en la estación de Amsterdam, con el puedo subir durante todo el día en los buses que comunican la ciudad y estos pueblos.

Lo primero será entrar en la estación a cambiar el email de la compra por el  ticket válido para el día de hoy. 

Estaba pensando en ir al hotel a dejar la mochila pero como el bus de Eindhoven ya me ha dejado al lado la estación de autobuses y la mochila que llevo para estos cinco días no pesa mucho, decido comenzar con el recorrido ya mismo.

Y estas son las vistas desde la parada del bus, ya que está en la planta alta de la estación, si os fijáis en la azotea de la torre A’DAM Lookout está el columpio más alto de Europa donde poder subir, además de una panorámica fantástica. Aquí os dejo su web por si os animáis.

Pues lo dicho, el primer destino será Edam, un bonito pueblo en la orilla del lago IJsselmeer, al cual se tarda en llegar aproximadamente media hora.

Desde la parada donde me deja el autobús, cruzando un puente me dirijo hacia el centro.

Lo primero que veo es el Carillon, pertenecia a la iglesia de la virgen María de los siglos XV y XVI. Aunque la iglesia fue demolida en 1882 sobrevivió su torre de estilo gótico tardío.

No muy lejos  la Plaza del Ayuntamiento con su  torre de madera.

Frente al Ayuntamiento, está  el Museo de Edam que es el edificio de ladrillo más antiguo de la ciudad.

Continuo por la orilla de uno de los canales haciendo fotos.

Y llego a la Iglesia de San Nicolás, que posee las dimensiones de una catedral.

Es una pasada pasear por este lugar ya que los canales, los puentes y las casas típicas forman bellas estampas.

Estando en la ciudad del queso, Edam, no faltan las tiendas y fábricas donde comprar este producto.

Hoy es miércoles y hay un pequeño mercado en el que no faltan los puestos de queso, además de otros productos.

Durante julio y agosto, desde las diez y media hasta las doce y media, se celebra el mercado, también los miércoles, pero los vendedores van vestidos con la ropa típica haciéndonos creer que nos hemos trasladado en el tiempo.

Y además del queso, otro de los souvenirs que no dejaremos de ver estos día serán los zuecos

Después de una hora y media, cojo el autobús y en 15 minutos llego a Volendam, me bajo al lado del Volendams Museum, donde encontramos maniquíes, vestidos con los trajes típicos simulando escenas de la vida cotidiana y local.

Caminando unos 10 minutos llego a la zona más turística y visitada, el puerto con sus viejos barcos de pesca y sus pintorescas casas de madera convertidas ahora en tienda de regalos. 

Entre estas tiendas encontramos algunas en las que poder vestirte de época y hacerte la correspondiente foto, por si os hace gracia. 

Y me acerco a la zona del espigón, donde está la entrada de los barcos al puerto  y desde donde se tienen unas bonitas vistas de de todo el paseo que he recorrido.

Ya de vuelta al centro y viendo que son las tres de la tarde y no he comido nada más que un par de sanwiches que traía de casa, decido probar en esta tienda típica del puerto los famosos arenques frescos. Precio 6 euros.

Ahora toca conocer un poco del centro y lo primero que veo es la Iglesia de San Nicolás.

Luego me pierdo entre las casas situadas al lado de algún canal.

Ya lo tengo más o menos visto y mi siguiente destino es Marken.

Para ir puedo coger un bus, como he hecho hasta ahora, o cruzar el lago Markermeer en ferry. Decido que haré el paseo de una media hora en barco. Precio 8,75 €. Aquí tenéis su web para más información de horarios.

Para subir al ferry lo hacemos por estas escaleras, ahora ya sólo nos queda esperar los cinco minutos que faltan para salir.

Ya en marcha, las vistas de Volendam son preciosas.

Después de media hora de relax, disfrutando del paseo, llegamos a la isla de Marken.

Doy una vuelta por el puerto contemplando sus casas de madera.

Está empezando a ponerse el sol y aunque no se ha visto durante todo el día, el color rojizo de las nubes así nos lo indica.

Llego al Paard van Marken, un faro de 1839 que todavía funciona.

Y al Monument Watersnood 1916, una escultura en recuerdo a una gran inundación que sufrió Marken hace unos 100 años.

Ahora sí me dirijo al centro paseando sin rumbo y no dejando de hacer fotos.

Me ha hecho mucha gracia lo que me encuentro en la puerta de una casa para indicar las personas que viven, si son adultos o niños y sus nombres. Me parece muy original.

Para finalizar me acerco a la fábrica de zuecos Wooden Shoe Factory donde observo cómo se fabrican los zuecos a partir de un bloque de madera.

Hay mucha gente viendo la demostración, que es gratuita, yo estoy un rato y me entretengo en la tienda viendo la cantidad de zuecos con distintos motivos que hay.

El exterior también es curioso, con un zueco gigante y un árbol forrado de zuecos.

Pues ya sólo me queda cruzar el puente que está cerca de la parada del autobús y poner rumbo a Amsterdam.

Son ya las 8 de la tarde cuando llego al hotel, Mercure Hotel Amsterdam Sloterdijk Station. Precio para 4 días, 3 personas, 839 €. El hotel está genial pero la habitación algo justa para tres. 

Aunque no está localizado en el centro está muy bien comunicado, a sólo dos paradas directas en tren desde el aeropuerto, 3,70 € el billete y a una, de la estación central de Amsterdam, 4,80 € ida y vuelta.

Me da tiempo a ducharme y relajarme porque hasta las 23:30 no llegan mis amigas.

A estas horas salimos a cenar y lo único que encontramos abierto es un italiano al lado del hotel, Marmaris Grill&Pizza pero ya no sirve en el restaurante, tiene que ser comida para llevar.

Cogemos una pizza para las tres y tres refrescos, 28,60 € y nos vamos a la habitación a comerla y ponernos al día que ya hace unos cuantos meses que no nos vemos. 

Antes de irnos a dormir, decidimos que mañana que es jueves y a lo mejor no hay tanta gente como el fin de semana, iremos a ver los tulipanes al parque de Keukenhof.

Compramos los tickets a estas horas intempestivas por internet, un combinado que incluye la entrada y el transporte en bus desde el aeropuerto Schiphol Amsterdam, también lo hay desde Amsterdam, que lo tenemos a dos paradas en tren. Precio 25 € por persona.

2 de mayo de 2020 – Feukenhof – Zaanse Schans

Nos levantamos tranquilamente y desayunamos al lado del hotel en el Koffi Academie, 3 capuchinos, 1 croissant y 1 porción de tarta por 14,60 €.

Cogemos el tren en la estación de Sloterdijk, que eatá a un minuto del hotel, y nos dirigimos al aeropuerto para desde ahí coger el bus, incluido en el tickets, que nos lleve a Keukenhof.

Es el parque floral más grande del mundo, o por lo menos eso dicen, y aquí encontraremos durante los meses de abril y mayo todo tipo de tulipanes en plena floración

Nos dedicamos a pasear sin rumbo durante al menos 4 horas. Al principio llueve un poco pero al final acaba abriendo la mañana.

Compramos tres hamburguesa y tres refrescos en unos food truck que hay en una explanada. Precio unos 25 €.

Y fijaros que heladería más peculiar.

Comer lo hacemos dentro de uno de los pabellones que tampoco hace demasiado calor para estar al aire libre, además así aprovechamos y dedicamos un rato a visitar estos recintos cerrados.

Ya en la puerta antes de salir nos hacemos una fota con unas holandesas con su traje típico, como veis de bajitas no tienen nada, nos sacan una cabeza al menos 😉

Son las 3 de la tarde cuando más o menos lo hemos visto todo y cogemos de nuevo el bus que nos lleve al aeropuerto.

Desde aquí cogemos el tren para ir a nuestra estación, Sloterdijk, donde hacemos transbordo para llegar a Zaandijk – Zaanse Schans. Precio del billete 5,30 €. Y tardamos unos 20 minutos.

Ahora visitaremos Zaanse Schans, famoso por sus molinos de viento. Desde la estación de tren se tarda en llegar unos 15 minutos caminando, aunque ya a mitad de camino nos encontramos este bonito molino, en medio de la calle, para ir abriendo boca.

En cuanto comenzamos a cruzar un puente, se empiezan a dibujar los molinos a lo lejos, señal de que ya estamos cerca de nuestro destino.

Comenzamos la visita por las casas de madera, casi todas convertidas en tiendas con encanto, donde comprar algunas de las cosas típicas de Holanda o bien en talleres de artesanos que nos muestran sus habilidades con el chocolate, las galletas, los quesos o los zuecos.

Poco a poco nos vamos acercando a los molinos.

Por un camino asfaltado vamos pasando por alguno de ellos, unos aún están en uso y la mayoría tienen más de 200 años.

Ya va siendo hora de regresas y deshacemos nuestros pasos, volvemos a cruzar el puente y llegar hasta el primer molino que vimos cuando veníamos, ya que nos quedaremos muy cerca de ahí a cenar.

Lo hacemos en esta pequeña casita, detrás de esta bonita heladera, el lugar se llama Proeflokkal de Kruis donde nos han atendido muy bien y hemos comido mejor. Precio 41,80 €. Un plato cada una y una bebida.

Ya de vuelta al hotel, nos quedamos en el café donde hemos desayunado esta mañana a tomarnos algo y charlotear un poco. 😉

3 de mayo de 2019 – Amsterdam

Después de estar dos días durmiendo en la ciudad todavía no conocemos nada de ella porque hemos estado visitando algunas zonas de los alrededores.

Y hoy es el día, pero el tiempo no es que acompañe mucho, se ha levantado lloviendo y hace algo de aire con lo que la sensación es algo más fría.

Desayunar lo hacemos en el centro, como siempre nuestros capuchinos y esta vez nos tomamos un bollito para acompañar. Nos ha costado encontrar un sitio porque todo lo que veíamos por la zona en la que nos situamos, la plaza Dam,  estaba cerrado a eso de las 9:30 de la mañana o no nos hacía gracia.

La Plaza Dam es una de las mas bulliciosas de la ciudad, en ella se encuentra el Palacio Real, que funcionó como ayuntamiento desde 1655 hasta su conversión en residencia real en 1808. 

Al lado está la iglesia gótica del siglo XV de Nieuwe Kerk o Iglesia Nueva, aquí es donde se han celebrado las bodas reales y la coronación de los monarcas holandeses desde el año 1814.

Y enfrente  el Museo de Cera de Madame Tussaud.

También podemos ver el NH Grand Hotel Krasnapolsky y los exclusivos almacenes Bijenkorf, que por cierto, son un lugar ideal para ir al baño porque es de los pocos sitios en Amsterdam en los que no hay que pagar para ello.

Nos dirigimos al otro lado de la plaza, al punto de encuentro de los ciudadanos de Ámsterdam, el Monumento Nacionalun obelisco de 22 metros de altura en piedra blanca construido en 1956 en memoria de los soldados holandeses caídos en la Segunda Guerra Mundial.

Hemos quedado aquí con la gente y el guía del free tour que haremos a las 11 de la mañana.

La empresa que hemos elegimos es la de Sandemans, ya que la hemos utilizado en otras ciudades y no nos ha ido mal. La visita guiada dura unas dos horas y media.

Ya vemos los paraguas rojos de los guías. Al ser puente, como hay más gente de lo normal, nos dividen en dos grupos y a nosotras nos toca en el grupo de Juan, el gallego.

La visita discurre por algunas de las zonas más características de Amsterdam, como el Beatario, muy cerca de la Plaza Spui, o una casita bien estrecha, lo justo para una ventana en cada piso y la puerta.

También pasamos por uno de los más conocidos coffee shops, el Dampkring, ya que en la peli de Ocean’s Twelvee, salían George Clooney y Brad Pitt aquí sentados.

Aunque a simple vista el coffee shop, hay unos 150 en la ciudad,  parece un bar de lo más normal, la diferencia es que en su interior esta legalizada la venta y el consumo de marihuana y hachís, eso sí, no se puede fumar tabaco.

No es necesario consumir ninguna de las dos cosas si queréis entrar, ya sea en pasteles, fumando…., se puede tomar un café o un refresco y ver el ambiente que se respira dentro.

Hacemos un descanso, en un bar al que nos lleva el guía, para tomar algo e intentar colocarnos algún tour de pago y continuamos media hora más.

Terminamos al lado del barrio judío. Después de darle su propina, nos despedimos de Juan y recorremos las calles aledañas. 

Nos vamos a comer muy cerca de donde nos deja. Restaurant Steakhouse Ter. Precio 60,75 €, por 2 raciones de costillas de cerdo para las tres, empanadas, patatas asadas y tres coca colas. La comida bueno, podía estar mejor. Ni foto hicimos.

De postre decidimos ir a la tienda Van Stapele, casi en la plaza Spui, donde hacen unas galletas de chocolate buenísimas!! Eso si hay que hacer cola, creo que casi 20 minutos estuvimos esperando. Pero mereció la pena.

La tarde la dedicamos a perdernos sin rumbo por los canales, hay 75 km de canales y conocer alguno de los más de 1000 puentes que tiene Amsterdam.

También a pasear por las calles del centro donde encontramos curiosos edificios y entramos en un montón de tiendas, algunas curiosas, entre otras cosas porque hace frío y a ratos llueve.

Nos divertimos mucho en la Condomeri y hasta hacemos algunas compras, son tan simpáticos algunos preservativos que tienen.

Damos un paseo por el interior de la antigua oficina de correos de Amsterdam, actualmente un centro comercial, el Magna Plaza.

En la última planta tienen puestos de comida de distintos lugares del mundo, muy parecida a la planta alta del Corte Inglés de Callao.

Cenar lo hacemos en Kam Yin, un restaurante chino donde había mucha gente, por eso entramos. Precio 47 € por tres platos para compartir, más uno de arroz y una botella de agua.

Como estamos en pleno Barrio Rojo, vamos a darnos una vuelta por sus estrechas calles y por la zona del canal, ya que ha anochecido. Lo malo que está medio lloviendo y hace frío.

Podemos ver sus características luces de neón rojas por casi todos los lugares, tenemos un enorme número de sex shops, hoteles, cafés y locales de exhibición que muestran contenidos de carácter sexual. La calle más famosa es Warmoestraat.

En las ventanas o escaparates de distintos locales, que ya aparecieron en el siglo XVII en esta zona, vemos a las chicas que buscan compañía, eso sí, no se pueden fotografiar. Decir que la prostitución está legalizada desde 1911 en los Países Bajos, por lo que las chicas pagan sus tributos al Estado.

Como estamos al lado de la estación de tren y el día ha sido tan desapacible nos vamos a descansar.

4 de mayo de 2019 – Amsterdam

Lo primero que hago nada más levantarme es mirar por la ventana de la habitación para ver que tiempo hace y por fin parece que hará sol.

Cogemos el tren a la estación central para comenzar el día con un «dulce» desayuno, cuando veáis las fotos lo entenderéis. El lugar es Swweetella, el precio 39 € por 2 crepes, 1 gofre todos con extra de Nutella y 3 capuchinos.

Ahora, que tenemos energía para toda la mañana y viendo que hace un bonito día, nos vamos a dar una vuelta en alguno de los barcos que te dan un paseo de 1 hora por los canales. Casi todas las compañías están al lado de la estación central.

Elegimos al azar la compañía Rederij P. Hooijy, el tour nos sale a 12 € por persona. Otra perspectiva desde donde ver la ciudad. 

Al terminar, comenzamos a caminar por la animada calle Damrak, donde nos entretenemos en varias tiendas. Me llama la atención la cola que hay para comprar patatas fritas en Mannekenpis, votado como número uno en patatas fritas en Holanda.

Llegamos a la Plaza Dam, donde están colocando unas vallas ya que hoy es el día de los Caídos en la guerra, el Nationale Dodenherdenking y conmemoran el fin de la ocupación alemana en 1945 y esta tarde aqui no cabra un alfiler.

En esta plaza, a partir de las 20:00 horas, la Reina de Holanda realizara una ofrenda floral, acto seguido habra dos minutos de silencio, con los que la ciudad realmente se paraliza.

Pasábamos por los restaurantes o las tiendas y la gente dejaba de comer o se quedaban quietos y el silencio era sepulcral.

De aquí callejeando vamos al Begijnhof, hoy si que lo disfrutamos. Además el solete también hace verlo con otros ojos.

En este conjunto de casas se fundó la comunidad de las beguinas, en 1346, que eran un conjunto de mujeres, que por distintos motivos, habían decidido dedicar su vida a ayudar a los necesitados y enfermos, viviendo de la caridad o de lo que ellas hacían y vendían como los paños flamencos.

Justo enfrente, una iglesia del siglo XV donde acudían las beguinas, Engelse Kerk. Pero en 1665, después de la Reforma,la iglesia les fue confiscada y en 1665 unieron dos casas para construir la Capilla de Begijnhof, siendo la primera iglesia clandestina de la ciudad. Se puede visitar.

También encontramos una, de las dos casas, con la fachada de madera que quedan en Amsterdam, ésta es la más antigua y data de principios del siglo XVI.

Como ya es medio día, decidimos que haremos un pequeño aperitivo. Tomaremos unos arenques, un broodje haring, que las chicas no los han probado todavía y están muy buenos.

El la plaza Spui, hay un puesto, el  Jonk Volendammer Haringhandel, y tiene muy buena pinta, así que compramos 3 arenques con su cebollita y el pepinillo, metido en pan y no puede faltar la bandera holandesa.

Y justo al lado, tenemos la tienda de galletas Van Stapele, donde hacemos el postre.

Seguimos paseando y damos con el coffee Shop Dampkring.

Llegamos al Mercado de Bloemen, Bloemenmarkt, el mercado de flores más famoso de la ciudad situado en el canal Singel, entre las plazas de Koningsplein y Muntplein.

Aunque no lo parece es un mercado flotante, los puestos están dispuesto en plataformas y barcazas muy bien sujetas.

Los puestos del mercado están repletos de bulbos de tulipanes, plantas y como no, flores. Toda una delicia para los sentidos. Enfrente, tiendas en las que entretenerte, entre otras, volvemos a entrar en la tienda de queso de la marca Henri Willig en donde puedes probar las variedades que tienen.

     

      

Continuamos a la plaza de Muntplein, y resulta que la plaza es en realidad un gran puente, el más ancho en Ámsterdam, que cruza el canal Singel en el punto en el que desemboca en el río Ámstel. Todos los puentes en Ámsterdam están numerados, y este es el número 1.

Aquí encontramos la torre Munt, que fue una de las tres puertas principales de la ciudad medieval. Además fue casa de la moneda.

No muy lejos, está el Museumplein, la Plaza de los Museos, donde se encuentran tres grandes museos, el Rijksmuseum, el museo Van Gogh y el museo Stedelijk, además de la sala de conciertos Concertgebouw.

En el Rijksmuseum, con su adornada fachada y sus tejados neogóticos, podemos ver unas siete millones de obras, siendo lo más visitado de la ciudad.

Comenzamos entrando en su interior y haciéndonos unas fotos con unos clips de Playmobil a gran tamaño.

Y como estamos cansadas del paseo, nos sentamos a descansar y tomar un café en una terraza interior que tiene el museo.

Salimos por el lado opuesto por el que hemos entrado y damos a un gran jardín, que nos lleva a otros museos y lugares.

A pocos metros eVan Gogh Museum con más de 200 obras originales del pintor holandés además de 500 dibujos y cientos de cartas del artista.

Pegado el museo Stedelijk es el más importante de arte moderno, contemporáneo y de diseño. 

Casi al lado, la sala de conciertos Concertgebouw que gracias a su excelente acústica, se considera como una de las tres mejores salas de concierto del mundo.

Retrocedemos en dirección al Rijksmuseum, por esta explanada verde y rodeada de museos.

Y pasamos al lado del Royal Coster Diamonds, la fábrica de pulido de diamantes más antigua del mundo donde hacen visitas guiadas gratuitas en distintos idiomas. Nos hubiera gustado entrar pero ya está cerrada.

Cruzamos el puente Leidsebrug o Leidsepleinbrug, que atraviesa el Singelgracht, el canal que bordea el centro de Amsterdam y llegamos a la zona de la Plaza Leidseplein, llena de bares, restaurantes, discotecas, cines, teatros y el Casino de Holanda. Aquí los artistas callejeros ofrecen sus espectáculos. Y encontramos lugares como el Teatro Municipal o el American Hotel construido en 1900.

Y si queremos ir de compras nada mejor que la calle Leidsestraat, una de las más comerciales de la ciudad con muchas tiendas de moda.

Podemos ver como la gente juega al ajedrez en un tablero algo peculiar. La zona es muy entretenida.

Aunque son solo las siete y media de la tarde, como nos hemos dedicado todo el día a picotear, sin haber comido como Dios manda, decidimos cenar ya.

Queremos ir a un restaurante indonesio a probar el rijsttafel, ya que es un plato típico de los Países Bajos. Se dice que su creación se debe a los colonos holandeses, cuando Indonesia era colonia Holandesa.

Mirando por internet, vimos que el Puri Mas, tiene buenas opiniones y como estamos por la zona es al que vamos. Precio 91,20 € por 3 Rijsttafel, uno Puri Mas y 2 especiales.

El rijsttafel es una comida de origen indonesio que se compone de muchos platos, no mu grandes, de carne, pollo y verduras con diversos grados de picante y que se acompaña con distintos tipos de arroz.

Se suele colocar en pequeños cuencos sobre varias bandejas, con pequeñas velas en su interior, para mantener la temperatura de la comida.

Ya nos los traen ordenados de menor a mayor grado de picante, la verdad que nos ha gustado mucho a las tres.

Pasando, como no podía ser de otro modo, entre canales llegamos a Westerkerk.

Westerkerk es la iglesia protestante más antigua de los Países Bajos, donde están enterrados personajes famosos como Rembrandt o donde se casó la reina Beatriz en 1966.

En verano se puede subir a la torre de su iglesia, llamada Westertoren, la más alta de la Iglesias de Ámsterdam, con 87 metros. 

Coincidimos con la ofrenda floral que hoy se hace en diversos lugares de la ciudad.

Muy cerca está ubicada la Casa de Ana Frank , donde ella, su familia y otros se escondieron de los nazis durante dos años en la Segunda Guerra Mundial hasta que los delataron.

El Westertoren se menciona varias veces en su diario diciendo que el repique del carillón es una fuente de consuelo.

Por eso hay una estatua conmemorativa de Ana Frank fuera de la iglesia en Westermarkt.

Como hace ya mucho frío va siendo hora de irse al hotel a descansar. En la calle Damrak, según volvemos a la estación de tren encontramos este bonito pasadizo que por el día nos había pasado desapercibido.

5 de mayo de 2019 – Amsterdam

Hoy nos levantamos muy tranquilamente y después de imprimir en los ordenadores del hotel el billete del vuelo, nos vamos a desayunar en frente, donde ya lo hicimos el primer día, en Koffie Academie.

Como Guadalupe y Susana se van sobre las doce de la mañana al aeropuerto, ya que su vuelo sale alrededor de la una y media, nos tomamos todo con relax, ya que tenemos tiempo.

Aprovechamos también para ir a un super cercano a comprar las famosas galletas stroopwafel con caramelo por dentro, que son muy típicas de aquí.

Yo dejo la maleta en el hotel, ya que volveré a por ella sobre las cinco y media ya que mi vuelo no sale hasta las 19:30 de la tarde y casi puedo aprovechar medio día más en la ciudad.

A eso de las doce de la mañana nos ponemos las tres rumbo a la estacion del tren, eso sí lo tomaremos en sentido opuesto, yo a Amsterdam y ellas al aeropuerto.

Al primer sitio que iré será a hacer unas fotos de nuevo por la zona del barrio rojo de día.

Pero lo que más me interesa es la Iglesia Vieja, La Oude Kerk  que fue construida en 1302 y es el edificio más antiguo de la ciudad.

Llama la atención su situación, en pleno barrio rojo y rodeada de luces de neón por la noche.

Entre canales me acerco de nuevo a la zona de la iglesia Westerkerk.

Ya sin la aglomeración del día anterior se puede ver más tranquilamente. Las flores de la ofrenda de ayer las dejan a los pies de la iglesia.

Sigo por el canal Prinsengracht bordeado de antiguos talleres, almacenes y viejas iglesias.

Para llegar hasta el puente Papiermolenluis, donde paro un rato a descansar en un banco, con unas bonitas vista.

Ahora me dirijo hasta la estación central porque quiero cruzar en ferry, para ir al edificio A’DAM Lookout, que vi el primer día desde la parada del autobús que me llevaba a Edam.

El ferry se coge detrás de la estación central, enseguida veréis los indicadores que os llevan hasta allí.

Comunica Amsterdam con Amsterdam-Noord ya que estas dos zonas están separadas por el río IJ. Son gratuitos y pueden ir desde peatones a ciclistas o motoristas. La empresa de transporte público que se encarga de esto es GVB 

De repente nada más bajar del barco se pone a llover y a granizar un poco, me resguardo en un bar un rato para no mojarme mucho y enseguida para. 

Decido que ya no subiré a la azotea del del A’DAM Lookout, con su vista panorámica de 360 grados del centro histórico de Ámsterdam, sus canales y su puerto. Otra vez será ya que el tiempo no acompaña.

Me hago la típica foto con el cartel de I amsterdam y me doy la vuelta en el ferry, que ya va siendo hora de comer.

He pensado que me gustaron mucho los puestos de la última planta del Centro Comercial Magna, al lado de la Plaza Dam. Con lo que hacia allí me dirijo.

Aquí también se pueden ver las flores de las ofrendas de ayer en el Monumento Nacional, muchos curiosos como yo nos acercamos. Lo bueno que ya vuelve a salir el sol.

Este es el interior del Magna Plaza. 

Veo que en un sitio que se llama Butcher hacen hamburguesas con muy buena pinta. Me pido una butcher con queso que me cuesta 10,45 €. La verdad que estaba muy buena.

Desde aquí tenemos una vista muy chula de la iglesia Nieuwe Kerk.

Ahora quiero ir a por unas galletas para llevarme a casa de Van Stapele, por lo que de la plaza Dam voy atajando por el Amsterdam Museum, donde entro un momento a ver el gigante que se ve desde la puerta, hacia el Begijnhof, donde aun hago alguna foto más.

Como es habitual la cola de rigor para entrar a la tienda de las galletas. LLevo más de cuarto de hora en la fila y esta apenas se mueve. Y todavía me queda toda esta gente de la foto delante, así que decido irme porque no voy a pasarme lo que me queda de tarde aquí.

Me dirijo hasta la plaza de Muntpleinl con su torre, para coger el canal Kloveniersburgwal y por su orilla acercarme a ver el barrio judío

Doy una pequeña vuelta por él, no tiene más de 1 kilómetro cuadrado pero sí algunas cosas que ver como la Sinagoga Portuguesa, el Museo Histórico Judío, el Monumento Nacional del Holocausto y el Museo Nacional del Holocausto. 

Descubro el Café de Sluyswacht, situado una casa del siglo XVII que está inclinada (la casa negra de la foto), aquí fue donde terminamos el free tour el otro día.

Al fondo tenemos el Montelbaanstoren, una torre medieval decorada en estilo renacentista, desde donde se controla todo el sistema de canales de la ciudad.

Me encuentro con el Waag, el edificio no religioso más antiguo de Amsterdam, donde hay un mercadillo. Al ser por la tarde no hay muchos puestos.

Y llego la calle Zeedijk, el corazón del barrio chino. Donde hay muchas tiendas de alimentación, restaurantes o locales todos con productos chinos.

En la misma calle, el templo budista Fo Guang Shan He Hua. La visita es gratuita.

Lo que más me sorprende es que los carteles de las calles de esta zona están escritos tanto en holandés como en chino.

Ya me dirijo hacia la estación de tren y paso por la basílica de San Nicolás de estilo neobarroco y neorrenacentista. Es la principal iglesia católica de la ciudad.


Voy al hotel donde recojo la maleta y descanso un momento en la bonita entrada que tiene, mientras paso algunas cosas de una mochila a otra.

Son casi las 18:00 cuando estoy en la estación de tren camino al aeropuerto. Como son sólo dos paradas no se tarda casi nada en llegar.

El vuelo sale a las 19:30 horas destino Girona, con lo que tengo tiempo suficiente para darme una vuelta por el gran aeropuerto de Amsterdam.

Ahora si que esto se acaba y mañana toca trabajar. 

2 comentarios en “Amsterdam 2019

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